miércoles, 14 de abril de 2010

RV: entrada de Esteban

From: luis belaustegui <esloquehayrally@gmail.com>
Date: Wed, 14 Apr 2010 15:21:59 -0500
Subject: entrada de Esteban

Ahora me toca contarles a mí.
Es muy extraño ya que no son mis manos las que escriben, sino las de mi amigo Luis. En realidad estoy en sus manos desde hace dos días, para comer, para tomar agua, para acomodarme en la cama, para molestarlo a las tres de la mañana para preguntarle si tengo un moretón nuevo. Es verdad tengo un moretón nuevo, van….  No relataré nuevamente lo que me pasó, ya que entiendo que Jorge se ha ocupado de hacerlo lo más detalladamente posible. Solo voy a decir que a las 11 de la mañana de ayer, faltando 30 km para terminar la especial, una piedra muy grande avanzó rápidamente hacia mi rueda trasera e impactó con ella, la moto se levantó de atrás y salí despedido.
Al caer, misteriosamente no sentí miedo, a pesar de ver visto mi muñeca quebrada, mi dedo quebrado y estar seguro de tener un hombro roto. En lo único que pensaba en ese momento era poder llegar a mi moto, que no veía, y tocar el puto botón rojo.  Al intentar levantarme me doy cuenta que tenía algo mal en la pierna, y ahí sí sentí un poco de miedo por no saber era. Me tocaba para verificar si había sangre o algún hueso roto, lo hice durante 10 minutos, hasta que escuché el motor de la moto del Pata que sabía que venía porque lo había pasado 15 kilómetros atrás. Paró, tiró su moto e intentó levantarme, le dije que no lo hiciera, que solo apretara el maldito botón rojo, que nunca contestó. Luego hizo algo curioso que yo jamás hubiera hecho, buscó el lugar del impacto, tranqueó la distancia y me dijo "master, que palo, 40 metros desde donde golpeaste hasta donde estás vos  y 20 más hasta la moto" A los 5 minutos llegó un cuadri amarillo, no recuerdo de quién, y ahora apretó el desgraciado botón rojo. A él le contestaron. Me tranquilicé, cuando escuché la frase "ya sale el helicóptero". Entre 10 y 15 minutos ya se escuchaba. Sentí el típico viento y dos personas se acercaron, me acomodaron e hicieron preguntas, me subieron a una camilla. Escuche dos motos, una grande y la inconfundible pequeña, Jorge y Luis, de ahí al helicóptero, a intentar que mi pierna flexionada pudiese entrar entre los vidrios plásticos.
A los 10 minutos aterrizamos en el fin de la especial donde me esperaba una ambulancia. 40 minutos de ripio después entraba en el hospital de Gobernador Gregores, pueblo de 7000 habitantes del que solo conocí las copas de sus árboles a través de un vidrio con una cruz esmerilada.
Poco duró mi ropa nueva que nos identifican como equipo, las tijeras hicieron lo suyo, placas, comentarios en voz baja, entradas salidas de la habitación, más placas y más comentarios en voz baja.
Me comunicaron entonces que debían trasladarme a Río Gallegos ya que la gravedad de la fractura de la mano izquierda requería de atención especial.
Una hora después de haber entrado en una ambulancia, salía hacia Gallegos en otra. En Piedra Buena recibí la excelente noticia que Luis estaba en camino a bordo de un bólido remís con algo de ropa y su compañía. La ropa no importaba, su companía hizo que se me cayeran lágrimas.  A las 21 horas y luego de recorrer 200 kilómetros de asfalto y 300 de interminable ripio llegaba al hospital regional de Gallegos donde 30 minutos y varios estudios después, me encontraba desnudo en un quirófano donde solo escuchaba música de fondo. Conversé dos palabras con la anestesista de Salta y solo recuerdo algunas borrosas palabras de Luis al ser entrado en una habitación.
Ya operado de la fractura de la mano izquierda y el dedo de la derecha, decidieron dejar la clavícula como estaba. Hoy ya más relajado, y con Luis ocupándose de todo, desde la denuncia policial porque mi DNI quedó en algún lugar de la Patagonia sur, hasta de darme de comer en la boca, confirmo que la vida viene así, una mala y una buena, la mala, algunos golpes que no serán los últimos, la buena una amistad profunda e inquebrantable.
Esteban




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Luis Belaustegui
EsLoQueHayRally
Socio fundidor y Piloto con aspiraciones a mochilero

1 comentario:

  1. Me alegra que haya sido una desgracia con suerte. Y me enorgullece ser compañera de TU enfermero de turno. Como dice él, de eso se trata, de los amigos.
    Un beso grande a los dos.

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