sábado, 10 de abril de 2010

"nene, volá despacito"

Sólo 3 palabras hacían falta para que una madre le dijera tanto a su hijo que estaba por salir a la aventura.
Frase que hemos escuchado una y mil veces, ya fuera del ámbito del vuelo, pero que no le resta validez.
 
Le estaba diciendo "sos mi hijo y siempre lo serás".
 
Lo encomendaba a hacer lo que le realmente le gustaba, lo que lo movía, y apasionaba.
 
Pero con cuidado. Aún cuando ella no entendiese exactamente cómo era la cosa, quedaba claro que existía el riesgo. Poco le importaban las explicaciones sobre aerodinámica, flujos laminares y velocidades de pérdida. Nunca entendió por qué volar a baja velocidad era peligroso.
 
"Vieja, vos no entendés nada" piensa él, tirando la toalla.
"Nene, mis canas no vinieron solas", piensa ella, respondiendo a la mirada de su hijo.
Se dan un abrazo tierno.
 
En esa contradicción vivimos.
 
La de los afectos que quieren verlos disfrutar, pero los quieren ver de vuelta.
 
Ojalá haya lugar para ver los paisajes, y tiempo para trotar por la vida.
 
Porque recorrer la vida es lo que cuenta.
 
Nunca más cierto, es-lo.que-hay .
 

 
Mike
abril 2010

1 comentario:

  1. genial todo lo que vas escribiendo...
    besos al abuelito esteban y a todos los particiantes de esloquehay.com
    a distrutar de la vidaaaaaaaaaaaaa

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